Por: Judith Guerra Aguijosa
Presidenta de GMA.
Una crisis demográfica es una situación de desequilibrio poblacional caracterizada por un descenso brusco de la población, ya sea por alta mortalidad, baja natalidad, o una combinación de ambos, lo que puede afectar negativamente la estructura y dinamismo económico y social de una sociedad.
Aunque históricamente se asociaba a catástrofes como epidemias, actualmente se habla de crisis por bajo crecimiento de la fecundidad y envejecimiento de la población, como en Europa, generando una base de población envejecida y con menos trabajadores.
- Bajas tasas de natalidad: Una disminución prolongada en el número de nacimientos, ya sea por factores económicos o sociales que hacen que tener hijos sea menos atractivo.
- Aumento de la esperanza de vida:Un crecimiento desproporcionado de la población mayor, que supera el de la población joven o en edad de trabajar, desequilibrando la pirámide poblacional.
- Crisis por envejecimiento y baja natalidad en Europa: Varios países de la Unión Europea presentan tasas de fecundidad muy por debajo del umbral de reemplazo generacional, generando una población envejecida y una disminución de la fuerza laboral, como se menciona en el caso de España o la Unión Europea en general.
Consecuencias: - Problemas económicos: Menor fuerza laboral, menor productividad, y dificultades para mantener sistemas de seguridad social y pensiones.
- Retos sociales: Envejecimiento de la población, lo que puede significar un aumento de la población dependiente (jubilados) en comparación con la población activa.
- Impacto en la innovación y desarrollo: La disminución de la población joven y el menor crecimiento económico pueden limitar la capacidad de innovación y el desarrollo de nuevas ideas.
- A escala mundial, el descenso de la fecundidad se ha acelerado en los últimos años.
La tasa global de fecundidad mundial era de 2.3 en 2021, frente a 5.1 en 1965, 4.8 1970, 3.7. En 1980, 3.3 en 1990 y 2.8 en 2000. Esta tendencia a la baja se aceleró después del 2015.
La tecnología moderna aumenta la productividad y la eficiencia de las actividades humanas, ya que nos permite realizar las tareas en menos tiempo. Además, gracias a la gran cantidad de información que se dispone, es posible tomar decisiones más acertadas y reducir los errores humanos.
¿Cómo ha cambiado la vida de las personas con la tecnología?
La vida de las personas ha cambiado con la tecnología a través de una mejor comunicación, acceso instantáneo a la información, nuevas formas de entretenimiento y consumo, y herramientas que aumentan la productividad en el trabajo y el hogar. Sin embargo, también ha generado desafíos como la adicción, la pérdida de interacción humana directa y problemas de privacidad, lo que subraya la necesidad de un uso consciente y educativo para preservar el bienestar humano.
Impactos positivos:
- Comunicación instantánea: Se ha revolucionado la forma de comunicarse con el correo electrónico, la mensajería instantánea y las redes sociales, permitiendo el contacto con personas de cualquier parte del mundo.
- Acceso a la información: Internet es la principal fuente de información, haciendo posible buscar y encontrar cualquier dato en cualquier momento y lugar.
- Consumo y entretenimiento: Se puede comprar y acceder a contenido (como series y películas) de forma rápida y conveniente a través de plataformas digitales.
- Mejora en la salud y seguridad: Avances en medicina y tecnología han aumentado la esperanza y calidad de vida, y la tecnología ha mejorado la seguridad en diversos ámbitos.
- Optimización de tareas: La tecnología en el hogar y el trabajo permite automatizar y optimizar tareas, lo que incrementa la eficiencia y comodidad.
- Nuevas oportunidades laborales: Ha generado nuevas profesiones y formas de trabajar, liberando el trabajo de estar confinado a un lugar físico.
Desafíos y desventajas: - Reducción de la interacción humana: El uso excesivo del celular y otros dispositivos puede disminuir la calidad de las interacciones cara a cara en reuniones familiares y amistosas.
- Adicción y hábitos poco saludables: La excesiva conexión puede llevar a la adicción, generando hábitos perjudiciales y un aumento del agotamiento emocional. Y falta de interés de la motivación de tener familia.
- Problemas de privacidad y seguridad: La normalización de la falta de privacidad y la preocupación por la seguridad cibernética son retos importantes.
- Impacto en la capacidad intelectual: El uso desmedido de la tecnología podría afectar la capacidad de reflexión, introspección y otras habilidades cognitivas necesarias para el desarrollo humano.
- Brecha digital: La disparidad en el acceso a la tecnología entre diferentes regiones y grupos socioeconómicos genera desigualdad.
Las sociedades preindustriales tenían tasas de natalidad y mortalidad elevadas, dando lugar a una población estable que experimentaba un lento crecimiento
- Bajo el feudalismo, el campesinado tenía mucho interés en procrear, puesto que cada hijo o hija representaba un par de brazos para trabajar la tierra y otro cuerpo apto para cuidar de los progenitores en la vejez.
- Cuando surgió el capitalismo, muchos hogares rurales comenzaron a priorizar la producción de mercancías para el mercado.
Medida que iba madurando el capitalismo, los salarios fueron aumentando y con ellos la capacidad de un único asalariado para cubrir las necesidades económicas de toda la familia.
Además, la escolaridad obligatoria y el fin del trabajo infantil a jornada completa implicó que comenzara a representar un coste económico en vez de un beneficio para la familia de clase obrera.
El control de natalidad, aunque vista culturalmente con malos ojos, se generalizó progresivamente, si bien de manera aleatoria. Las mujeres se mostraron más firmes frente a sus maridos en relación con los riesgos económicos para la familia, por no hablar de los riesgos para su propia salud, en que incurrirían si seguían procreando más allá de sus treinta años de edad.
El capitalismo tardío llegó al mundo con el acceso masivo de las mujeres al trabajo asalariado en el último cuarto del siglo XX. En pleno ascenso del movimiento de liberación de la mujer hubo rápidas mejoras del acceso a anticonceptivos, del derecho al aborto, de la educación sexual y de la igualdad salarial.
Con los dos miembros de la pareja dedicados al trabajo asalariado, el interés de la procreación perdió fuerza. Las expectativas culturales también cambiaron con el declive de la religión y la hipermercantilización de la vida social.
A medida que la sociedad se volvía más individualista y aumentaba nuestra capacidad de consumo ostentoso, los hábitos de consumo (o preferencias culturales) personalizados comenzaron a moldear la identidad de las trabajadoras y trabajadores tanto como los lazos familiares, si no más. - Cuando hay tantos bienes y servicios que comprar, ¿quién tiene tiempo y dinero para procrear? El desarrollo del yo neoliberal implica aprovechar todas las horas del día para adquirir habilidades, crear redes de contactos, cuidar el físico en el gimnasio y enriquecer el perfil propio en las redes sociales colgando exóticas fotos de vacaciones. La crianza de hijas e hijos impide dedicarse plenamente a este trajín cotidiano.
- En este contexto, en que la descendencia se ve como un lujo costoso que se interpone en el camino de nuestro desarrollo individual, las tasas de natalidad han caído en todas las clases sociales, pese a que los hogares con bajos ingresos siguen teniendo más hijas e hijos que los de renta elevada.
- Reducción de la tasa de natalidad:La capacidad de planificar los hijos y el deseo de desarrollar carreras laborales han llevado a una disminución significativa de la fecundidad, impactando la estructura de la población.
Tecnología y sus beneficios:
- Transformación del rol familiar: Las mujeres ahora se desenvuelven en roles más allá de los tradicionales, asumiendo nuevas responsabilidades y buscando un equilibrio entre su vida personal y laboral.
- Teletrabajo: Gracias a los avances en la tecnología de la comunicación, las madres pueden trabajar a distancia desde casa, lo que les permite conciliar mejor sus responsabilidades.
- Compras en línea: Ahora pueden hacer la compra de productos básicos del hogar por Internet, lo que les ahorra tiempo y les permite centrarse en otros campos de su vida como el laboral, el social o el educativo.
- Aplicaciones para la crianza de los hijos: Ahora existen numerosas aplicaciones para la crianza de los hijos que ofrecen orientación y apoyo a las madres, permitiéndoles supervisar el desarrollo de sus hijos y realizar un seguimiento de los hitos importantes.
- Tecnología doméstica inteligente: Gracias al Internet de las cosas las madres pueden ahora controlar varios electrodomésticos como termostatos, luces y sistemas de seguridad desde sus smartphones, lo que les facilita la gestión de los hogares.
- Redes sociales: Las madres pueden conectarse con otras madres en línea, compartiendo consejos y apoyo sobre temas de crianza, creando un sentido de comunidad y apoyo.
En conclusión la tecnología tiene muchos beneficios, debemos de poner límites de tiempo en ocuparnos de ellas y tener más relaciones de calidad con nuestra pareja. Y tener un balance para aumentar la calidad de las interacciones cara a cara en reuniones familiares y amistosas.
Antes las familias eran numerosas y sin televisión”, se ha modificado para reflejar el cambio social y tecnológico, donde ahora la falta de hijos se asocia con la omnipresencia de la tecnología, indicando que las nuevas generaciones viven más inmersas en aparatos electrónicos y menos interesadas en formar familias numerosas.